Dormir bien por salud

Lamentablemente el dormir, debido al rimo acelerado que solemos llevar de vida , ha pasado a un segundo plano. Sin embargo el descanso debería ser una prioridad, para que nuestro cuerpo se regenere de forma ideal.

Los datos del Estudio del Sueño 2025, nos muestran una realidad inquietante: el 55% de los españoles no duerme las horas recomendadas, y las consecuencias no solo se sienten por la por la fatiga y el mal humor, sino que impactan directamente en la salud física, emocional y también en la salud mental.

El informe anual del estudio del sueño analiza cómo se duerme y también analiza qué factores están detrás de porque dormimos pocas horas y porque lo hacemos de mala manera. Concretamente analiza el tipo de colchón que usamos, la tecnología que consumimos antes de dormir, e incluso que comemos antes de irnos a la cama, ya que todo influye.

El Estudio del Sueño 2025 nos deja claro que el descanso se ha deteriorado considerablemente Más de la mitad de los encuestados duerme menos de siete horas por noche, unas cifras que están por debajo de lo recomendado por los expertos en salud, que marca al menos 8 horas diarias, aunque esto depende de la edad, ya que en los niños y en lo ancianos, es recomendable dormir a un más. El déficit de sueño se asocia con un mayor riesgo de obesidad, enfermedades cardíacas, estrés crónico y bajo rendimiento. La falta de sueño nos agota el cuerpo y debilita el sistema inmunitario, afectando al equilibrio hormonal, disparando los niveles de estrés al máximo.

Dormimos, o mejor dicho deberíamos dormir un tercio de nuestras vidas. Ya que durante esas 8 horas, el organismo se regenera, se fortalece y recupera la energía perdida y consumida durante el día. Por eso cuando no descansamos la horas necesarias o descansamos superficialmente a tirones, los efectos no tardan en aparecer. Empezamos a notar dolencias físicas, como los conocidos dolores de espalda y esto es solo el principio de muchas más enfermedades y dolencias.

Uno de los datos más reveladores del estudio del sueño nos muestra que hay una relación directa entre la calidad del colchón y la salud física al despertar. Más del 30% de los españoles asegura levantarse con alguna molestia en la espalda o sensación de cansancio, normalmente esto es debido a un colchón inadecuado, o un colchón que ya por el paso del tiempo a perdido las propiedades que tenía para que descansemos en perfectas condiciones. Cuando el colchón no ofrece el soporte correcto, el cuerpo no consigue relajarse completamente, y esto dificulta considerablemente la fase profunda del sueño lo cual nos provoca tensiones innecesarias.

Sin embargo, los encuestados que cuentan con colchones de gama alta experimentan una mejora significativa

Los beneficios de un sueño profundo son muchos y no se quedan solo en lo físico. El impacto cognitivo es igual de importante. Según el estudio del sueño las personas que duermen menos de cinco horas califican su descanso como “malo” , es decir se tiene una menor capacidad de concentración, retenemos menos la información y en general tenemos lentitud mental. Resumiendo: más cansancio y menos rendimiento, ya sea personal o laboralmente.

Dormir bien y las horas adecuadas permite al cerebro organizar recuerdos, procesar emociones y prepararse para nuevos aprendizajes. Otros factores que nos afectan a la falta de sueño, o al dormir mal, es que nos encontraremos más irritables, menos creativos y mucho más vulnerables a la ansiedad.

Otra de las conclusiones llamativas del estudios realizados, habla sobre los dispositivos electrónicos en la alteración del sueño. El más común y más utilizado es el uso del móvil. La producción de melatonina, que es la hormona que regula el ciclo del sueño se ve seriamente afectada con el uso del móvil, antes de irnos a dormir. El motivo es la sobreexposición a pantallas azules, que no solo retrasa la conciliación del sueño, sino que reduce su notablemente su calidad, generando interrupciones y despertares nocturnos. Y no solo el uso del móvil afecta al sueño, la televisión o video consolas portátiles, también afecta negativamente el sueño. En consecuencia el  uso de estos aparatos, hace que no cojamos un sueño profundo, por lo cual baja nuestra calidad del sueño.

Esta claro, que no podemos vivir si la tecnología, por ello solo tenemos que usarla adecuadamente, sobre todo en las horas previas al sueño.

Según encuestas las personas menores de 35 años duermen peor que los mayores de 50. Aunque podría parecer que los jóvenes, por tener más energía, duermen mejor, la realidad es totalmente distinta. La exposición constante a pantallas denominada azules, los horarios irregulares y el ritmo acelerado de vida han generado patrones de sueño muy erráticos en los jóvenes En cambio, las personas mayores de 50 años presentan rutinas más estables y, como consecuencia, duermen más horas haciendo un mejor descanso.

En conclusión podemos afirmar que el sueño no es cuestión de edad, sino de tener buenos hábitos de sueño. Por lo tanto es importante educar desde temprano a la población , sobre la necesidad de establecer rutinas saludables de descanso, y no pensar a típica frase que dice que dormir es perder el tiempo.

El Estudio del Sueño 2025 también pone el foco en la experiencia real de los usuarios con los productos que eligen para dormir. Podríamos decir que uno de los factores más importantes para descansar bien, es el conjunto de somier y colchón que compremos para dormir. Marcas como lideres como Flex Masxcolchon, Pikolin- destacan por que sus colchones de alta gama  que cuentan con un gran confort, y durabilidad. Suelen contar con diversas calidades y durezas, para que nos adaptemos a la que mejor nos venga, por nuestra condición física, ya sea por alguna lesión o por un alto peso. 

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